Castilla la Mancha representa algo especial para mí. Se ha ido ganando un hueco y un cariño especial con el paso del tiempo. Es la misma sensación que tiene uno ante un buen vino añejo- macerado con el tiempo- o un buen queso curado.
Mi relación con la Mancha, aparentemente debiera haber sido más estrecha, por el hecho de llevar sangre manchega en mis venas- mi padre es natural de allí y gran parte de mi familia paterna también.
Pero desde mi infancia los recuerdos han sido ambigüos y lejanos. No volvía desde bebé y teniendo en cuenta que me recordaban como la llorona- podéis imaginaros por qué- mi relación con esa tierra ha sido más bien hostil.
Hasta que hace unos años mi padre decidió volver a su casa, a su tierra y no me quedó otra que conocer ese lugar que tanto le atraía después de más de cuarenta años alejado de allí y visitándola muy de vez en cuando.
Al principio me costó- Mi carácter mediterráneo nada o poco tiene que ver y aunque soy digna hija de mi padre no reconocía ni gestos, ni palabras ni nada que me pudiera ser familiar e identificarme. Pero andaba bastante equivocada. Fue ver a mi padre en su contexto y entender algunas formas de ser de mi carácter y el suyo. Nada hay como la contextualización para poder conocernos y saber de dónde venimos.
Y ahora diréis ¿a qué viene esta introducción para hablar de una KKDDA?
La Kdda de Alcázar ha sido para mí un reencuentro con mi parte manchega, que ha estado ahí, sumergida en aceite o en almacenes de queso, curándose y formándose y con el tiempo, cuando ha salido a la luz, es cuando se ha mostrado tal y cómo es. Un queso curado, hecho a base de tiempo y mucho, mucho cariño.
Disfrutar con los amigos, con mi padre y mis hermanas de unos días de conversación interminables, de momentos de complicidad y risas en esa tierra que yo consideraba tierra de nadie para mí ha sido reencontrar una parte de mi misma. Ya sé que nada volverá a ser igual que recordaré con cariño esos días.
Disfrutamos de dos días en buena compañía. Primero con mi padre y su verborrea ( digo yo que a alguien tenía que haber salido) y a su generosidad desbordante. Como bien dijo él: las puertas de su casa no tienen cerraduras y así se lo hizo sentir a ellos, que creo que disfrutaron y mucho.
La segunda parte fue la de reencuentro con el resto de "Quesitos"
Los hubo de todos los sabores y procedencias: quesos de Burgos- de mi compañera de aventuras y gran amiga @lajaines o de los salmantinos @anuska7- la gran fotógrafa- sin ella no tendría fotos, @carmeniglesiasb @jlbracamonte que enamoraron a mi padre; quesos semicurados- venidos de Logroño como @Aomatos o de Zaragoza como @Althose.
También había quesos lights, quesos gallegos de tetilla que nos trajo O' Fraga y que nos hizo reir como nadie, quesos Idiazabal- uno de mis favoritos- traidos del norte por gente tan maravillosa y única como @Juancarikt,
@similiki, @mertxejbadiola,
@ainhoaeus,@ibax,@Lavirto, @avaramburu y @ferreruti, @alaznez
y mi gran amigo @mcadenato.
Quesos mediterráneos- tan cercanos a mí en gustos- como @ibarrien o @salvaoret.
Quesos en aceite, de pura cepa, buenísimos representados por los manchegos como @sabad y el anfitrión @Antonio_garrido un auténtico gourmet del queso y del vino y que nos dio una auténtica clase magistral de cómo organizar una kdda y una prekkda entre molinos, catas de vinos y paseos por Alcázar. Un auténtico lujo.
Como no olvidar los quesos fritos,en La Mancha son típicos, al menos en la zona de Albacete juntándose casi con Andalucia, tierra hermana en la que podemos encontrar gente maravillosa como @jmruiz @mcrueda @gregoriotoribio @inmitacs- ¡qué risas! @Ginésciudadreal y su hermano gemelo Antonio, dos quesos idénticos, y Maribel tan dulce y guapa esperando a su quesito o Vimpela- siempre con chupachups para endulzarnos la vida junto a su inseparable hidalgo @althose- para que luego digan que las redes no unen- y @Puerto divertida y cercana ( como su marido).
Había muchos más quesos, seguro, y perdón si no recuerdo todos los nombres.
Es lo bueno que tiene el queso: hay por todas partes y todos están buenísimos.
Un saludo y un abrazo a todos/as,
Nos vemos en la próxima.
PD: Os dejo un enlace a las pocas fotos que realicé. Es lo que tienen las Kddas que una las vive tan intensamente que se olvida de fotografiar esos momentos.
Muchas gracias, Maru, por compartir todos estos ricos quesos con nosotros; gracias por compartir también la casa de tus padres con algunos de nosotros, -todo un caballero don Eugenio- y gracias por presentarnos a tus hermanas, tan iguales y tan diferentes cada una de ellas...
ResponderEliminarComo siempre, fue un placer reencontrarnos con viejos y queridos amigos y un placer aún mayor concoer a nuevos caminantes que están haciendo el viaje con nosotros...
Se dice que "el queso con pan sabe a beso" y en Alcázar de San Juan bien saben de pan, migas, gachas, cochifrito, duelos, quebrantos, hojuelas, mantecados, miel... así que mil quesos y mil besos para todos... :)
Muchas gracias, Maru. Por acogernos en tu casa (dile a tu padre que aún sigo buscando alguna puerta con llave)y por esta crónica tan suculenta. Siempre es un placer compartir momentos con amigos que, como ocurre con el buen queso, permanecen en el paladar por mucho tiempo.
ResponderEliminarUn besazo, amiga
Tú si que eres un queso tierno y suave como a mí me gustan
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